Cuadrado, redondo, a veces triangular,
sumiso, extrovertido, a veces vengativo,
con tu paso irreductible
esclavizas al ser humano.
Monótono consumista,
depredador de ilusiones
cautivador de pasiones,
padeces de bipolaridad constante.
Con ansia y odio te haces esperar,
luego te haces odiar
con la intermitencia de colores,
al suspirar en el silencio
de las miradas insatisfechas.
¡Ah tiempo distorsionado!,
Tú, el de las realidades difusas,
que no satisfaces a todos
sino de a uno en uno.
Pones a prueba la paciencia humana,
condenas la ignorancia;
segundo a segundo
marcas la historia
dejando huellas en el viento.
Borra todo esto que siento
para volver a embriagarme
en el tic tac de tus pilatunas,
y pintar con mi cuerpo
y pintar con mi cuerpo
el dulzor de tus hazañas.
Por: Macrix Cascha
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