Amargo como el veneno
son las horas que retumban
sin cesar,
en medio del desierto.
Amargo como el cielo
desabrido y frío
en el que perdí
lo que más amaba.
Amargo como el silencio
desgarrador que trazó tu partida
al elegir la llama ardiente
y candente del desprecio
que hoy siento por ti.
son las horas que retumban
sin cesar,
en medio del desierto.
Amargo como el cielo
desabrido y frío
en el que perdí
lo que más amaba.
Amargo como el silencio
desgarrador que trazó tu partida
al elegir la llama ardiente
y candente del desprecio
que hoy siento por ti.
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