lunes, 5 de agosto de 2013

MENTE DISTORSIONADA

Añoro los días y las noches
de mis sueños perfectos,
porque solo allí no habitaban los defectos.

Anhelo las historias de aquellos
cuenticos que me leían cuando era pequeña,
pues siempre eran finales felices en cada historia.

Pero con el tiempo,
he aprendido a llorar en silencio
y ver pasar los días, arrullando el desprecio.

¿Cómo es posible destruirnos entre nosotros?
si pertenecemos a la misma especie.
Somos seres humanos, que dizque razonamos.

Muchas personas piden la paz,
hablan de ella, sueñan con ella,
la dibujan y hasta la cantan…

Pero hasta el momento,
eso no ha sido suficiente,
porque la guerra con armas, no se combate.

Tiene más expectativas hoy en día,
un niño que un adulto;
ya que la creatividad inunda la ira.

Últimamente a nadie le importa
que la luna cambie de color,
pierda su brillo y opaque su sabor.

La primicia del siglo XXI,
es engrosar los bolsillos de unos cuantos,
gracias a los intereses creados;
sin importar los principios, ni el legado
de nuestros antepasados.

Es insignificante,
la sangre derramada de cuan ingenuo,
lo dió todo por soñar con un mundo mejor.
Mientras la guerra se vanaglorea,
por tener semillas macabras,
semillas políticas y semillas del mal.

Quizá, todas estas semillas,
las cultive Colombia,
en muchas presentaciones,
colores y sinsabores.

Pero aún, creo en las futuras generaciones,
que a cambio de destruirse como caníbales,
harán carnavales, para reconstruir el país.

Un país bueno o malo,
en el que hoy nosotros  decidimos vivir.
Es tan rico en su diversidad
que todo aquel que lo habita se aprovecha de él.
Y es tan fructífero que hasta él mismo,
espera el cambio, en los seres humanos.

Tal vez yo no vea esos cambios,
pero estoy segura que seré,
una de las semillas aportantes,
con mente distorsionada.

MACRIX CASCHA

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Macrix Cascha