Eres mi sombra,
mi confidente,
mi aliciente
y demasiado paciente.
No soy digna de tu amor,
ni de haber robado tu corazón;
sin ninguna explicación
me brindas fidelidad.
Tu terquedad me ha llevado
a experimentar sensaciones,
lugares y lenguajes desconocidos.
Tu mirada envuelve
lo más
profundo de mi ser,
haciéndome concederte todas tus pilatunas.
Jamás imaginé que unos ojos marrones,
de guantes blancos y atuendo negro
se convirtiera en mi detective privada.
Pero más que eso eres una de mis
cinco hijas, de cuatro patas;
que me inspira cada día,
con sus dulces locuras.
By: Macrix Cascha
No hay comentarios.:
Publicar un comentario