En un amanecer
llegaron a resplandecer
mi monótona vida
sin dejarme más salida.
Se robaron mi corazón
y cómo no utilizar mi razón
para buscarles una vida digna
como ustedes se merecen.
pequeños ángeles disfrazados,
despreciados por muchos,
admirados por otros
son el equilibrio de la existencia humana.
Inteligencia aún no comprobada científicamente,
pero con un raciocinio más inteligente que cualquier humano,
con una vulnerabilidad al acento despectivo que se le dan:
"Animales", cuando no son ni cosas, ni objetos y menos
artículos de comercialización.
Hijos de Ra o pedacitos de amuletos
jamás quisiera verlos muertos,
ni siquiera pasando hambre en las calles
por eso aunque no tengo los básicos conocimientos
en su educación, hago lo mejor posible
para que tengamos una buena relación.
Dulces, encantadores,
juguetones y destructores
de tristezas, saben sacarme sonrisas
y de mi casa corriendo, cuando se salen
a chismosear casas vecinas.
Si pudiera devolver el tiempo
volvería a hacer lo mismo,
puesto que me han enseñado
muchas cosas que un humano
solo con el tiempo y el empirismo
llega a conocer.
Con esas miradas inocentes
se ganaron el cielo
espero que las personas que habiten allí
les den un espaciecito en sus hogares.
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