Por: María Cristina Castañeda
De qué sirve dejarlo todo,
sacrificarlo todo
¿si nada es suficiente!,
nunca estarás contento(a).
De qué sirve amar,
entregarlo todo
¡si algún día tendrás
que dejarlo(a) ir!.
De qué sirve luchar
cuando el desierto es estéril
y lo único que brota
de la tierra son lágrimas.
De qué sirve vivir
si se esta muerto(a) en vida
¡para qué la vida
si ya nada te motiva!.
De que sirvió amarte
si tengo que olvidarte,
condenado(a) a recordarte
desfallezco destrozado(a).
¿Cuál ilusión?
surgió de una aferración
superflua y manipulada
dejándome anonadado(a).
De qué sirve caminar
cuando los pasos
ya no tienen sentido
ya no valen nada.
De qué sirve escribir
si nunca valoraras mis letras
marcadas por esa inepta
canallada que hiciste.
De qué sirve las leyes
si la justicia se paga con sangre,
pagan justos por inocentes
y pecadores al poder.
De qué sirve soñar
si tendrás que lamentar
el haberte ilusionado
al verte derrumbado(a) sin ningún apoyo.
De qué sirve esperar
a quien nunca va a llegar
quien juró regresar
y prefirió naufragar.
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